La piel es la parte del cuerpo en la cual se notan con más facilidad el pasar de los años. Y es en nuestra cara, que es nuestra principal carta de presentación, que esas marcas quedan más visibles, principalmente después de los 30 años. Pero eso no es motivo para desesperarse cuando las primeras arrugas comiencen a aparecer.
Felizmente, hoy en día existen muchas alternativas que, mismo que no paren el reloj biológico, son capaces de reducir la acción del tiempo y devolver esa apariencia joven sin necesitar de cirugía, como por ejemplo la radiofrecuencia tri-polar junto con la Activación Dinámica contribuyen para el rejuvenecimiento cutáneo e para tonificar la cara, mejorando en una única sesión el contorno y las líneas de expresión.
Este tratamiento es excelente porque el envejecimiento cronológico es característico de la propia madurez del organismo. O sea, cuando la edad avanza, naturalmente el organismo cada vez se hace más lento en renovar las células y ocurre una reducción de la red vascular y glandular.
Otro tratamiento facial bastante eficaz es el Peeling Químico, que promueve una especie de exfoliación, eliminando las células muertas y, acelerando la renovación del tejido y estimulando la producción de colágeno. De esta manera las marcas de expresión facial, pequeñas arrugas y manchas en la cara, son minimizadas, trayendo de regreso el brillo natural de la piel.
Todas estas metodologías son excelentes opciones para contener los efectos del tiempo en tu cara y mejorar su apariencia y autoestima. Pero es importante recordar que la prevención sigue siendo la mejor arma para combatir y evitar el aparecimiento de señales que aumenten la edad de la persona. Al final, factores como la exposición al sol, alcohol, dieta no balanceada y cigarro también influencian en la salud de la piel y ayudan a acelerar el envejecimiento de su rostro.